Un
abre bocas: el Padre de la cibernética N. Wiener (1958) escribía que:
"Somos los esclavos de nuestro progreso técnico...Hemos modificado tan
radicalmente nuestro ambiente que ahora debemos cambiar nosotros mismos para
poder existir en este nuevo medio".
Hemos
hablado que las TIC cambian y transforman la manera en cómo nos comunicamos,
expresamos nuestros pensamientos y sentimientos, creamos conocimiento significativo
según nuestros intereses y validos para nuestra vida. Pero ello, no sería lo
humanamente posible, si la familia como núcleo que sustenta los valores,
comportamiento, principios e identidad, no nos atribuyera en la formación, aquella
que nos regala desde que nacemos principalmente, hasta y para que empezamos a
crear lasos sociales en comunidad local y global. Es muy importante que los
padres de familia, y los mismos hijos, niños y adolecentes, sean consientes de
la profunda comunicación y como esta se genera en este nicho de hogar. Pues desde
ahí, se expande la cultura y educación con la cual podemos utilizar y publicar en
la web, digitar y colaborar para informar.
Pero
incluso, la comunicación y sus medios, el interés de las personas hacia el
hecho de querer comunicar, de quienes conforman una familia, han cambiado, en
algunos casos no de manera sustancial pero me atrevería a decir que para la mayoría
sí que lo es, pues ahora, los padres e
hijos, por ejemplo: no se sientan a dialogar en la mesa, en un espacio cómodo y
con tranquilidad, para quienes poseen mayor facilidad en adquisición tecnológica,
el intercambio informativo se produce a través de la misma, sin contacto
directo, no hay presencialidad.
Precisamente
por la inclusión de las TIC en la vida del joven, de alguna manera obliga al
padre de familia inmiscuirse en estas, para fortalecer la relación y cumplir
con su deber de padre, en el peor de los casos evitar que esta se pierda, debido
a la velocidad de transmisión, acceso, almacenamiento de información y
entretenimiento, que envuelve fácilmente al joven en su mundo ciberespacial.
En
el caso externo de familias de bajos recursos quienes no posen tecnología a su alcance
y por ende no se familiarizan con esta peculiar forma de comunicación, en
cierta medida puede verse como una desventaja, por aquello de la brecha digital
y social que caracteriza la desigualada provocada por la política y la economía
nacional, ya que quedan al borde de no poder propiciar nuevas posibilidades de procesos
colectivos a través de la red junto a sus hijos, pero tal vez tienen y pueden
explotar de la mejor manera, lo más preciado del ser, y la energía que da
sentido a la web, su imaginario, su mundo de sueños y afecto que se explota en
su consciencia, la sinergia que los mueve en el mundo a través de medios inhóspitos
e invisibles, y que solo está a la espera de tener la oportunidad de acceder a
la tecnología para compartirla.
Por
ende, el entorno familiar es el espacio básico e inicial para formar criterios que
permitan reducir los riesgos de inadecuadas acciones y mejores comportamientos
consientes a través de las TIC, de tal manera que asume el papel fundamental
que juega en la sociedad con responsabilidad, en el acompañamiento del ser en
este nuevo mundo digital.
Referencias:
WIENER,
N., 1.958, Cibernética y sociedad, Sudamericana, Buenos Aires.
Familia,
enseñanza y TIC: una relación compleja. Francisco Martínez Sánchez, M. Paz
Prendes Espinosa. Universidad de Murcia.
Hola Mónica,
ResponderEliminarAl igual que tú, pienso que la familia puede ser un espacio fundamental para el desarrollo de actitudes que permitan al individuo utilizar adecuadamente las TIC. Si bien se ha venido educando a los hijos en torno a una serie de valores y actitudes que les permitieran desenvolverse en la sociedad, ahora se hace también necesario prepararles para vivir en un nuevo mundo virtual (en el cual pasarán gran parte de su tiempo y vida). No obstante, se trata de una tarea muy compleja y confusa (desconocimiento digital por parte de muchos padres,...).